Debido a la coyuntura económica nacional que ha afectado los sectores de la infraestructura, la vivienda, la minería y la innovación; el sector agrícola se ha convertido en la esperanza de la economía colombiana, dado que sigue presentando signos positivos a pesar de los fenómenos climáticos, los diferentes paros y la falta de articulación de los ministros que han pasado por la cartera.
Si bien hay resultados positivos del sector agrícola, los mismos no tienen el comportamiento esperado y no son acordes a lo esperado por el gobierno; por diferentes factores como las fuertes lluvias que afectan directamente por las inundaciones de cultivos y la tardanza en las siembras, e indirectamente las dificultades de transporte que afecta los insumos, la distribución y extracción de los productos.
Otro de los factores que determina que los resultados no fueran los esperados, son los paros a los que se ha enfrentado el gobierno y que han llevado al cierre del puerto de Buenaventura, donde se mueve la mayor parte de la mercancía del país, restringiendo el transporte de carga y la importación de insumos para la siembra al país.
Las exportaciones y su valor también se han visto disminuidas por la caída de la tasa que cambio, sobre todo en los subsectores de frutos comestibles, el cacao, cereales, plantas vivos y productos de floricultura.
Dado que el gobierno ve la importancia de la agricultura ha generado varias políticas que permitan mejorar el desempeño y potenciar el sector, donde se destaca la continuidad de la campaña Agro Exporta para apoyar los productos locales en la promoción internacional, así como los proyectos Colombia Siembra, la ley Zidres y la excepción arancelaria a 0% por 2 años; sumado a que inicien los procesos de sustitución de cultivos ilícitos, donde el cacao tendrá posibilidad, sin ser la única opción.